Muchas de las fotografías que hago tienen la finalidad de mantener un momento para, en un futuro, poder pasarlo a un lienzo. No he asistido aún a mi primera clase de dibujo, que se supone debería preceder a las de pintura, aunque estoy seguro de hacerlo algún año de éstos. No sé cuando. Pero sé que necesito pintar, a pesar de no haber empezado. Sé lo que quiero pintar, incluso cómo. Imaginad, como yo, que ya puedo hacerlo.
Qué tendrán los gatos, dedicados a no hacer absolutamente nada salvo mirar, para que tengan esa pinta de estar aprovechando el tiempo como nadie y disfrutándolo como nunca.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Esta es de esas fotos que yo nuca sacaría, no por que no me guste, sino por que nuca le daría esa inclinación a la cámara, la verdad que mirarla ademas de sorprender produce cierto encanto por la variación del encuadre perfecto.
Joder, ahora lo veo yo también. ¡El gato está mirando la cara de un ratón dibujado en la puerta! Efectivamente,no es que el gato nunca pierda el tiempo, es que sabe disimularlo muy bien. Ay, el gato, ese funcionario de los callejones.
No es un gato: es cancerbero disfrazado para disimular la puerta del infierno. Magnífica toma, por oportunidad y juego técnico. Devuelvo tu amable visita a La Acequia, en la que espero encontrarte en próximas ocasiones. Volveré con calma.
4 comentarios:
Esta es de esas fotos que yo nuca sacaría, no por que no me guste, sino por que nuca le daría esa inclinación a la cámara, la verdad que mirarla ademas de sorprender produce cierto encanto por la variación del encuadre perfecto.
Joder, ahora lo veo yo también. ¡El gato está mirando la cara de un ratón dibujado en la puerta!
Efectivamente,no es que el gato nunca pierda el tiempo, es que sabe disimularlo muy bien. Ay, el gato, ese funcionario de los callejones.
No es un gato: es cancerbero disfrazado para disimular la puerta del infierno. Magnífica toma, por oportunidad y juego técnico.
Devuelvo tu amable visita a La Acequia, en la que espero encontrarte en próximas ocasiones. Volveré con calma.
Me ha encantado este rinconcito recién descubierto. Y ahí está ese gato listo como el ajo dispuesto, seguro, a hacer algo...a conseguir algo...
De todas formas, sigo prefiriendo a los perros, aunque sean más tontorrones, pero no niego la belleza felina y silenciosa.
Felicidades por todos estos regalos en forma de posts.
Un saludo desde Galicia a Candás. Bonito lugar, por cierto.
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