Me acuerdo de una película con el mismo título de la entrada. Un chico blanco, guitarrista, viaja por la cuna del blues. Buena música la de este filme.
Al fín y al cabo, es justo lo que te vas encontrando en la vida. Lo malo es cuando el camino que escoges te lleva a un laberinto con más cruces, con puertas, muchas cerradas, pasillos clónicos y luz artificial.
Necesito llegar a un amplio salón, con enormes ventanas y, si no es pedir mucho, una terraza muy grande. Necesito aire y descansar antes del próximo cruce.
5 comentarios:
Josh, que casualidad ahora que leí tu comentario en mi blog, vengo a visitarte y me encuentro con un título igual al mío de mi otro blog, hice un monográfico de caminos..., gracias por todo , y claro hay tantos caminos....te comprendo.
Un abrazo
Bueno sinceramente, ese pasillo y esas puertas parecen carcelarias :)y gracias por el título de la película, me parece que no la he visto, pero sólo me parece y gustandome el blues seguro que la buscaré. ¿Sabes? Cuanto más nos empeñamos en seguir caminos, más perdemos el tiempo, el unico que veo como factible,es el de mi interior...duramente descubierto, pero al final hay claridad, hay un precioso salón y lo mejor de todo que amo la paz que hay aquí dentro... Te lo recomiendo. Se le ensanchan a uno no sólo los pulmones sino también el horizonte :)
Un abrazo
Siempre nos muestras fotos originales y con mucho caracter.
Me gusta tu estilo ya que no copias a nadie eres tu mismo.
Un fuerte abrazo.
Un saludo.
Mi sensación, es la de temor por no saber que te encontraras al otro lado.
Saludos.
Tremenda foto de cruda luz hospitalaria. Solo queda seguir abriendo puertas y soñando. Detras de la última hay un salón amplísimo, cierto, pero no tiene suelo. Así son las cosas, compañero.
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