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Es un secreto a voces: la correa, cada vez más larga. Es lo más conveniente y productivo.
A mí la correa, por culpa de alguna marea debe ser, me lleva a estar más de una semana sin acercarme al mar. Yo que puedo, pensarán muchos.
Todos los días son distintos, pero demasiado parecidos, mejor volver cada poco y comprobar que todo está en su sitio y algunas cosas justo como yo las podría imaginar.
Las fronteras invisibles
Hace 3 años
1 comentario:
La composición sencilla me parece muy acertada para este tipo de fotografia.
Tu planteamiento me parece bueno como ya te dije.
Me gusta mucho visitar tu blog.
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