Sólo en invierno intento ser más convincente, incluso predico con el ejemplo, cada vez que le recuerdo a Noah que debería estar calzado en casa. Como mucho consigo que se ponga unos calcetines gordos, pues siempre se ha resistido al yugo de las zapatillas.
El resto del año pertenecemos, Noah y yo, a los 'pies negros'. Al final del día volvemos a nuestra tribu, dejando que se escape por el desague de la bañera todo lo que se nos ha pegado por el día. Una buena forma de irse a dormir, y seguir soñando...descalzo por la hierba, descalzo por la arena de una playa, descalzo por el suelo de casa creyendo que estás en esos sitios y más...